lunes, 17 de marzo de 2014

Escuelas correntinas: Cuando lo previsible puede convertirse en tragedia - NOTA DE OPINIÓN

POR DANIEL CARAM
Escuelas correntinas: Cuando lo previsible puede convertirse en tragedia
Desde hace tiempo, más aún semanas antes del inicio del ciclo lectivo, se reiteró constantemente sobre el nefasto estado edilicio de muchas escuelas correntinas. Abandono, ineficacia, irresponsabilidad, impericia, dejadez… muchos términos pueden utilizarse para reflejar el drama que no es nuevo y sin embargo vuelve a repetirse, y de manera peligrosa.
Un poco de lluvia, viento fuerte, y la problemática se destapa.
Lo ocurrido en las últimas horas en una escuela del Pirayuí llega a los medios por la valiente decisión de una docente, y porque –a pesar de estar alejado del centro- se trata de un establecimiento de Capital.

Ni se puede llegar a dimensionar lo que ocurre diariamente en olvidados –nunca más bien utilizado el término- edificios a cientos de kilómetros de las cómodas oficinas públicas.
En el Jardín de Infantes Huellitas, que funciona en la Escuela Cautivas Correntinas cayó parte de un cielorraso, y como Dios nos ampara como pocos, justo sucedió un día en el cuál –por el temporal- estaban unos pocos de los 25 pequeños jardineros. De milagro, no pasó nada. Si estaban todos…
“El edificio es nuevo, las instalaciones son preciosas, pero los problemas son muchos. Está todo mal hecho. La humedad en la sala es permanente, y hoy no ocurrió una tragedia de milagro”, dijo en tono preocupado y con extrema valentía Lilian Romero, Directora del Jardín 
“Hay cosas que dan lástima. Me atrevo a hablar porque quiero que se den respuestas urgentes… yo agradezco que me atiendan cuando reclamo, pero esto va mas allá. Lo que queremos son respuestas efectivas… acá estamos desbordados”, agregó la docente, que perdió el miedo a sanciones o advertencias ya que no sabe cómo continuar.
“Trabajamos en condiciones casi indignas”, sostuvo, con palabras respetuosas pero firmes, como implorando una respuesta que debe llegar desde donde todos saben.
La denuncia de la escuela del Pirayuí disparó hechos similares en otros sectores de la ciudad: “esta situación se vive en muchas escuelas de Corrientes. En el barrio Pujol llueve mas adentro que afuera. Las galerias y los salones de planta alta tiene tremendas goteras, imposible tener seguro a un niño en esas condiciones. Que Dios nos libre de algunas desgracia ya que las cataratas están cerca de los plafones de luz”, comentó Pedro, un vecino, e en una red social
Otra, de nombre Alba, se sumó a la queja casi total: “en el nuevo Barrio del grupo de las 100 viviendas de la CGT en el Pirayuí entregadas por el Señor Gobernador Ricardo Colombi estamos bajo el agua con todas las cloacas rebosadas, sumado a esto somos muchos los vecinos que nos entra agua por los techos, estamos hace 6 meses y es una vergüenza ya que pago religiosamente todos los meses 940 mangos para vivir en estas condiciones”
Las respuestas siguen sin aparecer. Los reclamos se suman y el problema-se reitera-no es nuevo. ¿Habrá que esperar algo peor?
Fuente: CORRIENTES HOY