sábado, 21 de marzo de 2015

Educación no pudo precisar cuánto es lo que invierte en arreglos en escuelas

El área a cargo de las obras tampoco pudo informar el número de establecimientos que están siendo arreglados en toda la provincia.

En la madrugada de ayer un grupo de jóvenes incendió la escuela secundaria Fernando Piragine Niveyro, se trató de un deliberado ataque vandálico en una zona de la ciudad jaqueada por dramas sociales y marginalidad. 
Los directivos del establecimiento habían hecho reiterados reclamos, por seguridad y refacciones edilicias al establecimiento.
 La reacción del Gobierno tras el episodio fue rápida, organizó una conferencia de prensa luego de que el ministro de Seguridad, Pedro Braillard Poccard escuchara el reclamo de los maestros y tutores. En el encuentro con los medios el director de Infraestructura Escolar, Roberto Monzón, no supo precisar a NORTE de Corrientes la inversión del Ministerio de Educación para realizar los trabajos de refacción e incluso tampoco pudo establecer con exactitud cuántas escuelas de las 1.600 que hay en la Provincia están en etapa de arreglos y cuáles estarían en condiciones para el desarrollo óptimo de clases. 
El funcionario sí explicó que las refacciones en los establecimientos se realizan desde el receso escolar además de trabajos de limpieza en tanques de agua, arreglos en los sistemas eléctricos, fumigación y cortes de pasto. Lo curioso es que a pesar de estar a cargo del área no supo precisar con cuánto dinero cuenta la Provincia para este año y qué tipo de arreglos y en qué escuelas se están realizando. Monzón resaltó que los problemas de electricidad y de agua en algunas instituciones del centro están siendo solucionados y que en el caso de los tanques que perdieron la tapa con el último temporal se intentará reponer o se procederá a la compra de nuevas bombas y subsanar la escasez de agua. También habló de la buena predisposición de los directivos de las escuelas, ya que colaboran arreglando con dinero de las cooperadoras, problemas menores: como reposición de vidrios y limpieza, entre otros. Sin embargo, en zonas de extrema pobreza como es el caso de la escuela Piragine Niveyro, la recaudación en cooperadora es casi nulo. Este establecimiento tiene una matricula de 476 alumnos y al menos tres divisiones completas son de chicos repitentes. El drama es de fondo.
Fuente: NORTE DE CORRIENTES

La droga les está comiendo el cerebro - Por Daniel Caram

"La droga le está comiendo el cerebro a nuestros chicos", dijo la Directora de la Escuela Secundaria Piragine Niveyro, cuyas instalaciones terminaron destruidas tras un incendio, que se presume fue intencional. La crudeza de la frase de Mónica Iturria resume textualmente una situación que lamentablemente cada día es más común entre nosotros, y que –como siempre decimos desde estas líneas- como problemática social no tiene el tratamiento que debería.
"Perdimos todo... computadoras, impresoras... la destrucción es total. Nos quedamos prácticamente sin nada. Esta zona es muy conflictiva... la droga le está destruyendo la cabeza a los chicos",admitió la docente.
“Los chicos necesitan que los escuchen”, dijo, y agregó: “nosotros los escuchamos y cuando sabemos de su realidad no podemos creer que quieran venir a la escuela… yo me tiraría a llorar”.

El Gobierno, en ese contexto, difundió una gacetilla con un título desafortunado: “Rápida respuesta del Gobierno Provincial frente al incendio en una escuela de Capital”.

Señores… ¡Acá incendiaron la escuela chicos que están descontrolados por la acción devastadora de las drogas!. ¿Tan fácilmente se le puede decir a la sociedad en general que la respuesta fue rápida en una decisión delicada, y sensible?

“Nosotros no tenemos dudas de que el hecho fue provocado, desconocemos quienes fueron, pero es nuestra hipótesis porque se han buscado otros elementos de pruebas, que puedan determinar que ha sido un hecho accidental y no las encontramos”, dijo una autoridad de Bomberos.

“A los que hicieron esto hay que meterlos preso”, dijo el ministro Braillard Poccard, en una respuesta planteada más desde la urgencia que desde la racionalidad.

El problema está instalado. La droga está destruyendo a nuestros jóvenes, y allí hay que apuntar el esfuerzo.

No parece ser suficiente el denodado esfuerzo de docentes y especialistas. Habrá que actuar con un trabajo serio que no sepa de colores políticos ni contextos partidarios.

Les está matando la droga, señores… y eso no se soluciona con conferencias de prensa.
Fuente: CORRIENTES HOY