miércoles, 15 de marzo de 2017

CAPITAL - Los padres, un sostén clave en la escuela San Vicente

Una acción solidaria que suple la ausencia oficial.

Lo que el Estado no hace lo cubre la Cooperadora Escolar: desde equipos de aire acondicionado hasta sillas y bancos, también cobertura médica.
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Con el aporte mensual de $35 que hacen padres y tutores, la Cooperadora de la Escuela Nº 155 San Vicente de Paul de esta Capital ha conseguido mejorar las condiciones de habitabilidad, brindando a los alumnos, que en definitiva son sus hijos y tutelados, más confort y seguridad.
Aunque todavía falta mucho por hacer (nunca es suficiente), la gestión tiene resultados para mostrar: todas las aulas cuentan con equipos de aire acondicionado, además de ventiladores, mejor iluminación, en algunos casos tienen sillas y mesas nuevas; se han pintado varios salones, también los pizarrones y hasta se contrató un servicio de emergencias médicas.
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Este listado (que es más largo) constituye una apretada síntesis de lo mucho que ha conseguido la comisión conformada por los propios padres que administran los recursos que se recolectan entres sus pares, los padres y tutores. El aporte es voluntario y la cuota de $35 representa el valor de una gaseosa familiar o menos. En un establecimiento con una matrícula de 1.200 alumnos representa un apreciable capital, pero no todos pagan. Lo bueno es que cada vez más padres entienden que su contribución redunda en beneficio para todos. “Cuando nos hicimos cargo pagaba el 10%; actualmente estamos en casi el 60%”, señalan los integrantes de la comisión directiva de la Cooperadora “Amigos de los Niños” que acercaron a NORTE de Corrientes un comunicado detallando todo lo realizado desde febrero a la fecha (ver recuadro).
La necesidad de informar lo actuado surgió a raíz de una nota que publicó la semana pasada este diario y que daba cuenta de una queja de un grupo de padres por la falta de salones para el 3er. grado, que tiene este año una superpoblación de estudiantes. Los miembros de la Cooperadora reconocen esa falencia, pero explican que en ocasiones las respuestas a ese tipo de demandas no son sencillas ni rápidas. Para empezar a hablar, el edificio ni siquiera es propiedad de la Escuela Nº155, derribar una pared o levantar otra supone un trámite complejo. Hay que sumarle a esto la ausencia del Estado que generalmente está ocupado en otros asuntos menos importantes para la educación.
Los miembros de la Cooperadora no lo dicen -ni se quejan-, pero la realidad es que su acción comprometida tapa los baches del Estado. Alcanza con señalar que para iniciar el ciclo lectivo 2017, con fondos aportados por los padres se reparó la bomba de agua, se cambiaron los toldos, se compraron insumos de limpieza, además de todas las adquisiciones antes mencionadas. No sólo compraron equipos de aire acondicionado, también se hizo el mantenimiento de los aparatos instalados y los ventiladores. Todo esto significa dinero (mucho dinero) y, por lo que dicen, no lo hace el Ministerio de Educación. Un proyecto más ambicioso e igual de costoso es la renovación general del sistema eléctrico, que también está solventando la Cooperadora “Amigos de los Niños”.
La escuela, ubicada en Moreno y Mendoza de esta ciudad, cuenta con nuevas autoridades y esto implica un proceso de acomodamiento, no obstante los integrantes de la comisión directiva esperan el acompañamiento de más padres y tutores, “no sólo es importante la contribución económica, lo determinante es el aporte en ideas y acciones”, señalaron. De eso depende el bienestar de los chicos.
Fuente: NORTE DE CORRIENTES

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